
Estaban el papá, don oso, doña Osa la mamá, y el hijo el pequeño Osito.
-----Todos juntitos vivian en una pequeña casita en medio del bosque.
Don Oso tenia una voz bien grusa; y doña Osa la tenia suave, y el osito muy aguda como todos los niños.

Habia tre sillas y sobre la mesa doña Osa habia colocado tres platitos con tres panecillos recien sacados del horno, y aun estaban calentitos y tres tazas de leche humeante
----Nos vamos a quemar--dijo don Oso, con su vozarrón;
--- demos primero un paseo por el bosque mientras se enfría la leche.
---Vamos, mamá; acompañemos a papá a hacer el paseo
Y salieron los tres muy alegres.

En eso pasó una niñita que tenia un hermoso cabello con rulitos y muy rubia,
por eso le llamaban Ricitos de Oro.
----La niña al ver una casa tan bonita, se acercó
y llamó a la puerta, como nadie contestó,
abrió con cuidado y entró a la casa.
En el comedor vio las tres tazas,
y junto a cada una los riquisimos panecillos calentitos.
---Ricitos de oro que tenia mucha hambre,
tomó la taza y probó:
¡Humm! ¡Que caliente está!---exclamó, la dejo sin poder probarla.
Luego tomó la taza chica que ya estaba mas fria y con agrado la bebió toda.
¡Oh, que rica está!-- dijo
Luego Ricitos de oros viendo las tres sillas y las probó todas desde la mas grande hasta la mas pequeña.

Como era muy curiosa, Risitos de Oro, entró en el dormitorio.
Habia tres camas.
Probó la cama grande y le pareció muy dura, luego la mediana y tampoco le gustó:
es demasiado blanda,
Y por último se sentó en la mas pequeña y alli se quedó dormida.
---Poco despues llegó la familia y fueron directo al comedor a tomar el desayuno.
-------¿Quien habrá probado mi leche?
---exclamó don Oso con su voz tan gruesa.
----Alguien ha probado tambien la mia
---dijo doña Osa con su voz tan suave.
¡Ay, mamá, la mía se la tomó toda!---dijo casi llorando Osito con su vocecita aguda.
Luego don Oso dice, un intruso se ha sentado
en mi silla, y asi cada uno se dieron cuenta que alguien habia estado en la casa.

Pasaron al dormitorio y cual no seria la sorpresa que el Osito curioso dijo alarmado.
--¡En mi cama hay alguien acostado!
---Ricitos de oro despertó, entonces al ver a los tres osos se asustó muchísimo y saltando de la cama y quiso salir corriendo hacia el bosque,
pero osito que era buen corredor, la alcanzó rapidamente y la tranquilizó diciendole que no pensaban hacerle nada malo.
---La invitaron con mucho cariño a pasar el día con ellos, y así se hicieron amigos,
Ricitos de Oro y la familia de don Oso.
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